En 2014 tuve un sueño donde estábamos disfrutando de un día en familia alrededor del agua, de repente, yo les dije oigan si algo llegara a pasar siganme por favor y hagan lo yo que les indique, ellos se rieron de mi y entonces sorpresivamente el agua se salió de su sitio y todos corrieron huyendo desesperadamente, pero fué inútil en un instante quedaron devastados por el agua, no se de que manera yo aparecí en la cima de un monte y estaba ayudando a bajar de las barcas a muchas personas que habían sido rescatadas en pequeñas barcas de madera, toda el agua del mar había inundado la tierra, solo la cima de ese monte donde estábamos había quedado sin mojarse, así que los que quedamos vivos, ayudábamos a traer a la poca gente que se había salvado a ese monte, yo estaba muy ocupada ayudando, cuando de repente me acordé que no me había confesado, entonces vi que con nosotros había un sacerdote vestido con un alba blanca, ayudando también a bajar a la gente de las barcas. entonces dije voy a ir con el sacerdote a confesarme, entonces cuando llegue con él mi mente estaba en blanco no podía recordar ningún pecado, comencé a llorar y decía por que no me confesé a tiempo, estoy segura que si tengo pecados pero no los recuerdo ahora.
Tiempo después conocí al sacerdote que vi en mi sueño y afortunadamente me ayudo a hacer una confesión general de toda mi vida.
Hermano ya no esperes más para invitar a tu familia a acercarse a Dios, ni tampoco esperes más para confesarte porque no sabemos ni el dia ni la hora, mas vale estar preparados y estar siempre dispuestos a ayudar a llevar almas para que sean salvadas por Cristo pero no con nuestro pecado sino manteniendonos en la gracia de Dios para que su luz brille en nosotros y podamos ser sal y luz de la Tierra.
Isaias 1,18 Ahora Yave les dice: Vengan para que arreglemos cuentas. Aunque sus pecados sean colorados, quedaran blancos como la nieve, aunque sean rojos como purpura, se volveran como lana blanca.
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